Reproducimos el episodio 5, desde el 7’59’’ hasta 26’09’’’
La reproducción comienza en el fragmento en que Simón Pedro le comunica a su mujer (Edén) su decisión de unirse a Jesús, tras el milagro de los peces.
Aparecen también en este capítulo Tomás y Rama, que llevarán el vino a una boda en Caná, a donde también se dirige Jesús con varios discípulos: María, Simón, Andrés, Santiago, Santiago el mayor y Tadeo.
Termina la reproducción cuando llegan a Caná y Jesús se reencuentra con su madre, que también está allí con motivo de la boda.
Hoy nos centraremos un poco más en los personajes de Simón y Andrés.
Simón en la Biblia:
Simón, conocido más tarde como Pedro, era pescador y hermano de Andrés.
Fue uno de los primeros discípulos llamados por Jesús y es mencionado en los Evangelios como uno de los más cercanos a Él. Jesús cambió su nombre de Simón a Pedro, que significa “piedra”, y le dijo que sobre esa “piedra” se edificaría su Iglesia (Mateo 16,18). A pesar de su fe apasionada, Pedro también tuvo momentos de debilidad, como cuando negó a Jesús tres veces durante su juicio (Lucas 22, 54-62). Sin embargo, después de la resurrección, Jesús lo restauró al encargarle “apacentar sus ovejas” (Juan 21, 15-17), confirmando su papel de líder entre los apóstoles.
Andrés en la Biblia:
Andrés, hermano de Simón, era pescador en el mar de Galilea. Inicialmente, Andrés fue discípulo de Juan el Bautista, pero se le menciona como el primero que reconoció a Jesús como el Mesías (Cf. Jn 1, 35-40). Tras un encuentro con Jesús, fue a buscar a su hermano Simón, diciéndole: “Hemos hallado al Mesías” (Jn 1, 41). A lo largo de los Evangelios, se observa que Andrés actúa como un intermediario, siempre dispuesto a presentar a otros a Jesús (Cf. 6, 8-9).
Andrés en la serie:
A menudo se le presenta como un personaje que, a pesar de su papel como discípulo, mantiene una actitud relajada y alegre. Su humor y su naturaleza accesible lo convierten en un personaje entrañable, capaz de aliviar tensiones en momentos difíciles. La serie retrata su lealtad y amor por su hermano Simón, así como su deseo genuino de seguir a Jesús y ayudar a los demás a conocerlo. Este enfoque en su carácter ayuda a humanizar a Andrés,
mostrándolo como un hombre común que se convierte en un instrumento de Dios.
Actividad: "Mi discípulo, mi reflejo"
Elección del discípulo: Tras ver el fragmento pedimos a cada niño/a que elija uno de los discípulos que más les haya llamado la atención o con el que más se identifiquen (puede ser Simón, Andrés u otro de los que aparezcan en el fragmento).
Reflexión:
¿Qué características de este discípulo te llaman la atención?
¿Qué aspectos de su personalidad sientes que compartes?
¿Por qué crees que Jesús lo eligió como discípulo?
¿Qué cualidades del discípulo te gustaría desarrollar en tu propia vida?
Actividad creativa: "Carta a Jesús"
Cada estudiante escribirá una breve carta a Jesús como si fueran el discípulo que eligieron.
En la carta, expresarán sus sentimientos al haber sido llamados y qué esperan lograr siguiendo a Jesús.
Pueden incluir algún pensamiento personal sobre lo que les mueve o preocupa en su propia vida.
Actividad creativa: Mapa mental
Creamos una presentación visual en la que colocamos el nombre de un discípulo en el centro y, alrededor, escribimos palabras o frases que lo describen o que muestran por qué nos identificamos con él.
En el centro de la hoja, dibujan un círculo o una figura (estrella, corazón...) y escriben el nombre del discípulo (por ejemplo, "Simón" o "Andrés").
Desde el círculo central, dibujan líneas o flechas que apunten hacia afuera.
En cada línea o flecha, escriben una palabra o frase que responda a una de estas preguntas:
¿Qué cualidades del discípulo te llaman la atención?
¿Qué aspectos de su vida te inspiran?
¿Qué valores transmite con sus acciones?
¿Qué situaciones de su vida se parecen a algo que hayas vivido?
¿Qué lecciones puedes aprender de él?
Pueden usar colores diferentes para cada rama, añadir dibujos pequeños o símbolos que representen lo que están escribiendo (como un pez para Simón, por ejemplo).
Si quieren, pueden añadir una breve reflexión o frase al final que resuma lo que han aprendido de ese discípulo.
Podemos preparar un ejemplo, para que lo vean primero, como uno sobre Simón Pedro:
Es valiente
Es impulsivo
Es fiel a Jesús
Se ha transformado